martes, 27 de enero de 2015

Lugares para quedar muy bien

Tengo unos amigos franceses que siempre han querido esquiar con sol y calor, yo siempre les he dicho que eso es Sierra Nevada y por fin se han decidido. Son una pareja con su hija.




Han estado cuatro días, sobre todo esquiando en la estación pero también ha habido tiempo para alguna salida de senderismo. Concretamente a la Boca de la Pescá, con algo de nieve lo que le dio un aire muy montañero. 

Para dormir les propuse un alojamiento rural cerquita de la estación y de Granada, El Rincón de Pepa, en La Zubia.



Un lugar en el que trabajan con una sensibilidad especial hacia el medio natural, su propietaria, Pepa Aranda, es amiga mía de salidas montañeras y además es activa colaboradora con todos los proyectos que tienen que ver con la conservación de Sierra Nevada, sobre todo con la Carta Europea de Turismo Sostenible en la que, a través de sus compromisos, trabaja para conseguir un aprovechamiento más sostenible del turismo en la sierra. Así, yo de rebote quedaba muy bien con mis amigos.

                             


Mañana de domingo, no hay que madrugar mucho, la excursión no es muy larga. Desayuno en la taberna Gallaghers en La Zubia, buen ambiente, buena música y, sobre todo, buen café. Subida por la carretera de Cumbres Verdes, hacia el cortijo Balzaín, aquí dejamos los coches, y comenzamos la marcha, el cielo está por momentos despejado.
          
               

Subida por un frondoso pinar, vamos hacia el canal de La Espartera a la altura del cortijo Sevilla, a los lados hay algo de nieve. Llegada a la fuente del Hervidero, la vereda está embarrada.


El cerro Huenes y el Trevenque nevados, la alta montaña ahora está cubierta de nubes.


Llegada al mirador de la Espartera, bonitas vistas de los Alayos blancos, andamos por un sendero de accesibilidad universal.

          

El camino se convierte en vereda, ahora hay más nieve, el paisaje es espectacular. La ausencia de árboles y la nieve dan un aire de alta montaña al lugar aunque no llegamos a los 1.500 metros.


Corta pero fuerte subida hacia la cumbre, aunque el cielo no está muy despejado, las vistas son las mejores, el barranco del río Dílar, los Alayos, la vega, ...

                                 
                      


Mis amigos alucinan, le doy la enhorabuena a la hija porque es su primera cumbre, aunque estamos a poco más de 1500 metros, ellos vienen del llano.

Vuelta por el cortijo Rosales; ganado, alberca tradicional, vía pecuaria, más abajo de nuevo en el pinar. En el cortijo Balzaín nos espera una rica paella, es lo que les gusta a los guiris, todos disfrutamos del lugar, de la comida, de la sobremesa,...




Nos quedan visitas a la ciudad de noche pero mis amigos dicen que ya les ha valido la pena el viaje, han tenido días de sol en la nieve aunque con frío y cumbre en condiciones invernales en cuatro días.


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