viernes, 27 de marzo de 2015

Escalada, jazz, conferencias, empanada,... a un paso de Granada



Todo comienza el viernes tarde en Monachil, en La Chistera, un local donde se compagina ambiente montañero con la mejor música. Todo allí invita a sentirse a gusto.



Varias charlas sobre el mundo de la montaña: El Parque Nacional de Sierra Nevada, club de senderismo, esquí de travesía, parapente, escalada antigua,... Mucha gente, todos con un objetivo común: mostrar su forma de disfrutar en la sierra.



Sábado y domingo, jornadas de escalada en Los Cahorros, una de las zonas de España más clásicas para este deporte.



Vías para todos los gustos en un espectacular cañón por el que pasa el río y su famoso puente colgante.

Tajos del Faraón y del Palo, separados por la Chimenea del Palo 

Tajo de las Eras 

Tajo de la Casilla

Una de ellas, “El Enano Patoso”, en el tajo de Las Eras, nos hace disfrutar especialmente. Sudamos un poco aunque no hace calor.




Tarde del domingo musical. Jazz del mejor, ambientazo en La Chistera, piano, saxo, contrabajo, batería,...



El maestro Paul Stocker abriendo la sesión junto a José Ignacio Hernández, Miguel Ángel Pimentel y Jaime Parrizas.


Comenzamos saboreando infusiones, después cerveza, empanada y pizza para terminar con whisky. Todo con la música alegrando la vista y el oído. Parece una escena de “El Corazón del Ángel”.

lunes, 23 de marzo de 2015

Una experiencia con embrujo

Otro día de disfrute en la Alpujarra. Afortunadamente encontré la página de Sierra & Sol donde se ofrecía una excursión que iba de Lanjarón a Pampaneira y pasaba por Cáñar y Soportújar. Era una ocasión dorada. La ruta, como nos indicó Teresa, nuestra guía y gerente de Sierra & Sol, era el GR7, que va desde Tarifa, en Cádiz, hasta Atenas, a las mismas puertas del Partenón.


Nos reunimos en Lanjarón. Aquella mañana la administración había concedido permiso para quemar el ramón de las podas y en el ambiente flotaban unas falsas brumas que infundían misterio a la ciudad.


La primera parte del camino es más empinada pero pronto llegamos a una meseta en donde Teresa nos explicó los misterios geológicos de Sierra Nevada y la historia del perdido Mar de Tetis. Seguimos superando barrancos.



El camino en este tramo está muy bien y las vistas sobre el Guadalfeo y la Sierra de Lújar son espectaculares.


Pronto llegamos a Cáñar. Rellanamos las cantimploras en su fuente y proseguimos.


El día estaba diáfano. Las vistas eran cada vez más atractivas .


Continuamos camino hacia Soportújar, pero antes tuvimos una experiencia inolvidable. Entre Cáñar y Soportújar está el Dique 24. Teresa nos explicó que fue un proyecto que se llevó a cabo durante la segunda República para controlar la erosión del Río Chico.


En el Dique 24 el sendero cruza el Río Chico, pero antes, los andarines más valientes (¡todos chicas, claro!), refrescaron sus pies es sus cristalinas (y ¡gélidas!) aguas. Al final, todos las imitamos.


Poco más adelante llegó el momento de tomar un bocado, pero ¡cuidado! Para un buen senderista la “comida principal” es siempre al final, cuando se ha alcanzado la meta. En esa rápida parada Teresa, la de las mil historias, nos contó la leyenda mágica del mítico pueblo de Barjas, cuyos habitantes no se morían nunca, ni necesitaban comer porque absorbían el alimento por los poros de la piel (no contaré más).

En Soportújar teníamos la opción de tomar el autobús de regreso a Lanjarón o continuar hasta Pampaneira. Todos elegimos esta última opción. ¡Vámonos a Pampaneira!

Las vistas no defraudaron.


Pasamos por algunos cortijos abandonados en donde permanecían, más bellas que nunca, las flores que un día sembró la abuela. ¡Quién lo iba a imaginar!


Cuando, de manera inesperada, en un recodo del camino apareció el Barranco del Poqueira con las cumbres del Mulhacén nevadas, los pueblos blancos, todos dimos un grito de sorpresa: ¡qué espectáculo!, ¡ahí está Pampaneira!, ¡estábamos llegando!, ¡empiezo a oler a cervecita fresca!


Así fue, después de una “cuestecita” que impone la entrada al pueblo, llegamos a la cervecería donde todos nos abrazamos y firmamos para la próxima excursión.




miércoles, 11 de marzo de 2015

Comida, cine, naturaleza, arte,...de todo en La Tahá

Otro fin de semana en La Alpujarra, el sábado salimos para Pitres. En nuestra web  de cabecera para vivir experiencias “Ecoturismo en Sierra Nevada”, nos llama la atención la oferta de los apartamentos turísticos La Oveja Verde y nos disponemos a disfrutarla.




Llegamos por la tarde, el negocio cuidado al detalle, las vistas, excelentes, estamos en un balcón colgado sobre el río Trevélez. 




Cenamos una estupenda pizza.  José y Sara, los propietarios, nos hablan sobre las actividades que organizan en sus instalaciones, organizan exposiciones de pintura, tienen tienda de productos locales, punto de información del parque, hacen rutas por el pueblo...




Vale la pena ojear estos vídeos, el segundo no tiene desperdicio:



Para hoy hay videoforum, la película “Al Sur de Granada” de Fernando Colomo, basada en la vida del escritor Gerald Brenan que fue rodada en estos parajes.  Mientras vemos la película, fuera se oye un autillo. Compartimos velada con los demás clientes.


Por la mañana. Después del desayuno, nos recomiendan el sendero de río Bermejo que no dura más de tres horas y es asequible para los menores. Salida de Pórtugos, calles estrechas típicamente alpujarreñas, al abandonar el pueblo empinada cuesta entre castaños.



Más arriba, robles todavía sin hojas, acequias, encinas. La vereda se empina.



Hay multitud de pájaros cantando, estamos casi en primavera. Se oye un río, al acercarnos al área recreativa de Pórtugos y siguiendo las señales, nos sorprende una preciosa cascada, estamos en los Tajos de Cortes, aproximadamente a la mitad del recorrido.


Relajado descanso y bocadillo antes de comenzar la bajada. Primero un encinar, después robles y al final, otra vez castaños, entre medias, acequias, cortijos, cultivos...



Pasamos cerca de Capilerilla, hay un cortijo que se dice que era propiedad del grupo Mecano y que aquí compusieron su LP “Ay Dalai”. No me extraña, el lugar invita a eso.


Volvemos a la Oveja Verde, realmente contentos. De almuerzo, cordero.


Iglesias de Pórtugos y de Pitres

Experiencia muy, muy recomendable, para no perdérsela.


lunes, 2 de marzo de 2015

En el vergel de Bérchules

Este fin de semana lo pasamos en la Alpujarra, disfrutando como antiguos romanos o más bien como reyes nazaríes dado el lugar elegido.


Buena comida, spa, sol y naturaleza pero de forma relajada ¿Dónde?, En el mejor sitio, en el Complejo Turístico El Cercado, en Bérchules.



Llegada sábado tarde, ocupamos un apartamento típico, café y al spa. Relajante tratamiento acuático y el mejor masaje imaginable.





Exquisita cena y charla con Salvador, el propietario. Nos recomienda la visita en verano para la celebración del fin de año, curioso, lo anotamos. Nos habla de la posibilidad de usar la tarjeta del Club de Amigos para que simplemente recomendando el lugar, nos pueda salir gratis la estancia.




Por la mañana desayuno frugal y ruta históricosenderista. Nos vamos para el sendero del río Grande. Bonito pueblo de calles moriscas.



En una fuente coincidimos con un grupo de la ONCE, que acompañados por guías y voluntarios del parque, harán parte de la ruta que nosotros.


Nos aprovechamos de la información que oímos, les hablan de las acequias, de antiguos cultivos de moreras, de pájaros... 


Tomamos nota de esta poesía de Francisco Vida, un montañero profesor

 ACEQUIAS

Corrientes generosas de aguas claras,
veredas de cristal, sendas fluidas,
regalo que las cumbres ateridas
escatimaron en invierno, avaras.

Testimoniad con risas y algazaras
que las aguas de abril bajan crecidas;
ofreced a los campos nuevas vidas,
regad los tomillares y las jaras. 

Arterias de la sierra, mi destino
está donde nació vuestro camino.
Parto feliz de nieves y pizarras. 

Allí podré, volviendo atrás la vista,
contemplar el caudal que reconquista
y cubre de verdor las Alpujarras.


Llegamos a la junta del río Chico con el río Grande, hay restos musulmanes y en los tajos próximos, llamados del Reyecillo, nos cuentan que fue abatido Abén Aboo, el último líder de la rebelión de los moriscos.



Ellos se quedan aquí, nosotros continuamos, hay un pinar con una empinada vereda, después pasamos por la ermita de Cortes.



Bajada por la escarihuela, las vistas del pueblo inmejorables, bosque de alisos en el cruce del río.


Exquisita comida de carne a la brasa, especialidad de la casa, por algo el restaurante tiene el certificado  “Abrasador”.




Si hubiese estado peleado con mi pareja, seguro que con esta experiencia la hubiera reconquistado.